Comienzo este blog, sabiendo que como mejor esta,
es ahora mismo, vacío de entradas, vacío de ideas… vacío. Sí, porque entrada a
entrada se llenará de ideas. Solo ideas que tendré en instantes que, fácil me
sean útiles, puedan ser útiles a alguien más que a mi; pero he aprendido que no
tengo que agarrarme a ninguna… se me ocurre… que esta será la misión de este
nuevo blog. Un simbólico recipiente en el que iré introduciendo esas ideas
importantes y, en donde podré venir a buscar alguna, que me pueda ser útil en
siguientes instantes de mi presente. Incluso esta perspectiva puede servir para
quien se tope con este blog… me gusta la idea ¡Lo ves todo son ideas!
Acaba de darme cuenta que mi primera entrada en
este blog se publicará en un día significativo para muchos (El día de todos los
Santos) y que, como no creo en las casualidades … tenga también algún
significado para mi -nada transcendente o así lo creo-. Algo así como que
oficialmente “dejo ir” mi anterior blog, para soltar ideas y así, a su vez
desechar de mi corazón aquellos sentimientos que no tienen ya razón de existir.
Algo así como un comienzo desde la continuidad, transitada de pensamientos que
van y vienen, sin lugar donde asentarse, para ir a parar a este blog.
Solo decir que, con la apariencia del blog, he querido reflejar los cuatro elementos, junto con el símbolo del Yin y el Yang, que significa la representación de la dualidad, los dos aspectos contrarios y complementarios de la existencia y el equilibrio en el punto en donde se unen. Representando los círculos de cada lado, el hecho que nada es completamente Yin ni completamente yang.
Las ideas marcan nuestras vidas. No solo las que
nacen de nuestros pensamientos, también y además… las de las personas con las
que nos relacionamos. Al igual que las nuestras influyen en los demás y nuestro
entorno. Sin darnos cuenta que las ideas las cambiamos continuamente.
Cuando estudias y practicas el monólogo interior,
en los recursos de las técnicas literarias, te das cuenta de los saltos que dan
nuestros pensamientos, el constante ir y venir de nuestras ideas. Podemos pasar
de estar tarareando una canción, a protestar porque te han quitado el asiento,
como a entretenerte en pensar qué es lo primero que vas a hacer cuando termines
de trabajar, recordar algo de una conversación y sonreír y todo esto y más… en
milésimas de segundo. Sin ser conscientes de ello y su influencia en nuestro
estado de ánimo y comportamiento con los demás. Como consecuencia, demasiado a
menudo no centramos nuestro vivir y terminamos dudando de todo, perdiéndonos
“Entre las ramas” y peleándonos sin sentido con nosotros mismos. Nuestros
pensamientos se mueven como coches de choque, dando vueltas y vueltas y
topándose entre ellos.
Nuestros miedos, frustraciones, enfados, aquello
que nos provoca alegría o tristeza, lo que nos gusta y lo que no. Resumiendo:
todos y digo todos, todos nuestros sentimientos –negativos o positivos- nacen
de lo que pensamos, que convertimos en la idea de las cosas.
Estas reflexiones no me tienen que llevar a querer
controlar mis pensamientos, sino a todo lo contrario. Pienso, no lo puedo
evitar, pero sí puedo evitar el sujetar, retener esos pensamientos, sean
positivos o negativos, cojo lo que me es útil para funcionar en mi mundo pero
sin aferrarme a ello, pues ahora me es útil, no quiere decirse que lo sea en
otros momentos, otros “ahoras”.
Enhorabuena por la apertura de tu nuevo blog. Aquí estaremos, aprendiendo y siguiéndote. Besos, mi amiga.
ResponderEliminarGracias mi amigo. Significa mucho para mi, que estés ahí como crítico implacable y como el amigo que eres. Besos :-)
EliminarAdelante Carmen, te seguiré en tus palabras, aprendiendo de ellas.
ResponderEliminarUn beso
Gracias carmeta, bienvenida a mi blog. Espero que todos vayamos aprendiendo algo y, a la vez sea grato el recorrido, Un beso
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