Equilibrio

Equilibrio
"ser"

viernes, 1 de noviembre de 2013

La idea de las cosas

 
 Comienzo este blog, sabiendo que como mejor esta, es ahora mismo, vacío de entradas, vacío de ideas… vacío. Sí, porque entrada a entrada se llenará de ideas. Solo ideas que tendré en instantes que, fácil me sean útiles, puedan ser útiles a alguien más que a mi; pero he aprendido que no tengo que agarrarme a ninguna… se me ocurre… que esta será la misión de este nuevo blog. Un simbólico recipiente en el que iré introduciendo esas ideas importantes y, en donde podré venir a buscar alguna, que me pueda ser útil en siguientes instantes de mi presente. Incluso esta perspectiva puede servir para quien se tope con este blog… me gusta la idea ¡Lo ves todo son ideas!
Acaba de darme cuenta que mi primera entrada en este blog se publicará en un día significativo para muchos (El día de todos los Santos) y que, como no creo en las casualidades … tenga también algún significado para mi -nada transcendente o así lo creo-. Algo así como que oficialmente “dejo ir” mi anterior blog, para soltar ideas y así, a su vez desechar de mi corazón aquellos sentimientos que no tienen ya razón de existir. Algo así como un comienzo desde la continuidad, transitada de pensamientos que van y vienen, sin lugar donde asentarse, para ir a parar a este blog.
 Mi intención cuando he cogido el teclado, era que en la  primera entrada quedara reflejado el porqué de los detalles de mi nuevo blog, pues esta pensado y diseñado desde una perspectiva, con un sentido. Pero, de nuevo ocurre que, cuando mis dedos se ponen a teclear, no sé qué será lo que acabe poniendo en esa página que tengo delante. Por tanto y como no podría ser de otro modo… en esta primera entrada, es casi obligado hablar de las ideas.
Solo decir que, con la apariencia del blog, he querido reflejar los cuatro elementos, junto con el símbolo del  Yin y el Yang, que significa la representación de la dualidad, los dos aspectos contrarios y complementarios de la existencia y el equilibrio en el punto en donde se unen. Representando los círculos de cada lado, el hecho que nada es completamente Yin ni completamente yang.
 Y ahora hablaremos de las ideas:
Las ideas marcan nuestras vidas. No solo las que nacen de nuestros pensamientos, también y además… las de las personas con las que nos relacionamos. Al igual que las nuestras influyen en los demás y nuestro entorno. Sin darnos cuenta que las ideas las cambiamos continuamente.
Cuando estudias y practicas el monólogo interior, en los recursos de las técnicas literarias, te das cuenta de los saltos que dan nuestros pensamientos, el constante ir y venir de nuestras ideas. Podemos pasar de estar tarareando una canción, a protestar porque te han quitado el asiento, como a entretenerte en pensar qué es lo primero que vas a hacer cuando termines de trabajar, recordar algo de una conversación y sonreír y todo esto y más… en milésimas de segundo. Sin ser conscientes de ello y su influencia en nuestro estado de ánimo y comportamiento con los demás. Como consecuencia, demasiado a menudo no centramos nuestro vivir y terminamos dudando de todo, perdiéndonos “Entre las ramas” y peleándonos sin sentido con nosotros mismos. Nuestros pensamientos se mueven como coches de choque, dando vueltas y vueltas y topándose entre ellos.
Nuestros miedos, frustraciones, enfados, aquello que nos provoca alegría o tristeza, lo que nos gusta y lo que no. Resumiendo: todos y digo todos, todos nuestros sentimientos –negativos o positivos- nacen de lo que pensamos, que convertimos en la idea de las cosas.
 Y como manejamos una mente lógica y clasificatoria… descartamos aquello que creemos negativo y fomentamos todo lo que creemos positivo o que nos hace feliz. Así terminamos limitando nuestro mundo, limitándonos.
 
 Nos aferramos tanto al rechazar como al querer atraer. Cosa que nos lleva ha movernos entre miedos y frustraciones o estar bien y así, yendo de un extremo a otro, vamos perdiendo nuestro “ser”.
 Para no rechazar ni anhelar nada, solo he de pensar que, sé que estoy triste porque estuve alegre, sé que tengo salud porque estuve enferma. Es decir, si reconozco lo que siento y puedo clasificarlo es porque he sentido lo opuesto. Por tanto ¿No es más lógico, más natural… aceptar lo que me ocurre? Sin rechazo, sin anhelo.
Estas reflexiones no me tienen que llevar a querer controlar mis pensamientos, sino a todo lo contrario. Pienso, no lo puedo evitar, pero sí puedo evitar el sujetar, retener esos pensamientos, sean positivos o negativos, cojo lo que me es útil para funcionar en mi mundo pero sin aferrarme a ello, pues ahora me es útil, no quiere decirse que lo sea en otros momentos, otros “ahoras”.
 Bien, pues queda, oficialmente abierto, mi recipiente particular de ideas.


4 comentarios:

  1. Enhorabuena por la apertura de tu nuevo blog. Aquí estaremos, aprendiendo y siguiéndote. Besos, mi amiga.

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    1. Gracias mi amigo. Significa mucho para mi, que estés ahí como crítico implacable y como el amigo que eres. Besos :-)

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  2. Adelante Carmen, te seguiré en tus palabras, aprendiendo de ellas.
    Un beso

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    1. Gracias carmeta, bienvenida a mi blog. Espero que todos vayamos aprendiendo algo y, a la vez sea grato el recorrido, Un beso

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